Si apegos y sin expectativas me entrego a mi sanación personal, sabiendo que mi bienestar y satisfacción impacta a todo mi entorno.
Es poco, muy poco lo que puedo hacer por otros. Es mucho, muchísimo lo que puedo hacer por mi misma.
Sanarme a mi misma, equivale a sanar al mundo.
Despertar al sanador, al sabio que vive en cada uno de nosotros, es un excelente ejercicio para finalizar este año de tantos aprendizajes y retos.
El sanador que vive en mi tiene la capacidad de acompañarme en mi sanación y mostrarme nuevos caminos para mantener el bienestar.
El sabio que vive en mi, es capaz de ayudarme a construir un día diferente cada día, aprovechando las experiencias vividas para convertirlas en sabiduría pura.
Hoy es un día diferente, una invitación para encontrar a tu sanados y tu sabio interior y juntos emprender un nuevo camino de bienestar y satisfacción.
Si tu sanas yo sana… frase celebre de una persona especial que acabo de conocer.
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