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jueves, 2 de diciembre de 2010

Abrir las manos

Durante mucho tiempo pensé que dar era la máxima manifestación del desarrollo de un ser humano. Apoyada en esa creencia me dedique a dar sin medidas.
Con el paso de los días me di cuenta que dar “sin medidas” mas que una manifestación de la generosidad es un juego del ego, que va convirtiendo en dependientes a quienes reciben lo que es entregado de esta manera y va esclavizando a quien da.
Parada en esa postura de dar “ sin medidas” cerré las puertas de recibir con humildad y gratitud. Fue entonces cuando la vida se volvió difícil para mi.
Hoy en la víspera de mi cuarta década de existencia, me doy cuenta que todo lo que tengo que hacer es abrir las manos desde mi corazón. Solo así estaré dispuesta y disponible para dar con verdadera generosidad y consciencia. Y especialmente para recibir con humildad, reverencia y gratitud.
Hoy es un día diferente, una invitación para abrir tus manos a la altura de tu corazón y desde ahí con mucha gratitud y humildad decirle si al flujo de la vida. Que tus manos abiertas dejen en libertad todo aquello que ya no necesitas, que cada una de esas cosas encuentren su nuevo lugar y que de la misma manera tu puedas recibir con amor y gratitud cada uno de las nuevas cosas que la vida te entrega.
Gracias a la vida que me ha dado tanto….

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