Es mas simplemente conocer a las personas por sus actos. Hoy quiero dedicar un día diferente a un querido amigo que con sus actos me ha demostrado el significado de la palabra solidaridad. A mi querido amigo Yuri Duran, fiel lector de un día diferente. Gracias, Gracias, Gracias.
Es muy frecuente que en algún momento de nuestra vida le digamos a otra persona que haremos algo para ayudarlo, Ese acto de desprendimiento y generosidad es sin lugar a dudas admirable y digno de respeto. Sin embargo, cuando ofrecemos nuestra ayuda desde el ego, creyendo que nosotros tenemos mas poder, mas dinero o mas estatus que el otro, la magia de la solidaridad no se expresa en toda su magnitud.
Toda la vida he tenido la dicha de estar rodeada de personas solidarias. Y muy especialmente en estos dos últimos años he tenido la dicha de estar rodeada en todos los ámbitos de mi vida, de personas que ejercen la solidaridad desde su esencia, entregan sus ayudas, colaboraciones desde su corazón.
Saber que somos instrumentos del amor de Dios es dejar fuera la necesidad de ser especiales y entregarnos a la magia de estar ahí para el otro, de acompañar a un amigo, un hermano o hasta un desconocido simplemente porque se muy dentro de mi que me corresponde acompañarlo, ayudarlo.
Todos los seres humanos hemos tenido la oportunidad de recibir al menos un acto de solidaridad en nuestras vidas, muchas veces decidimos asumir la postura de héroes o de mártires y desechamos esa mano que se extiende para nosotros. Nunca seremos tan grandes que no podamos recibir ayuda, nunca seremos tan insignificantes o malvados para no merecer ser ayudados.
Cada vez que un corazón se coloca junto a otro y se extienden sus manos para dar y recibir la magia de la solidaridad se manifiesta en todo su esplendor y el acto de dar y recibir se transforma en uno solo, donde ambos dan y reciben las bendiciones que la vida les regala.
Empecemos siendo solidarios con nosotros mismos, con nosotras mismas, perdonándonos, amándonos y respetándonos, sabiendo que somos merecedores de una vida plena, en la medida que puedo acompañar a mi propio corazón estoy mas disponible y dispuesta para acompañar el de otros.
Hoy es un día diferente, una invitación para recibir la solidaridad que se manifiesta en tu vida y con el mismo impulso del amor que viene hacia ti, continuar multiplicando la solidaridad en todo y en todos los que te rodean.
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