Páginas

martes, 30 de enero de 2007

Como si fuera un Mantra...




Hoy desperté con una frase en la mente, la escuche el año pasado y desde ese momento me la repito una y otra vez como si fuera un mantra. " Dejar ir lo que se tiene que ir para que pueda llegar lo que tiene que llegar".

Cuando escuche esta frase por primera vez, algo dentro de mi se estremeció, sentí que me estaban hablando a mi y que debía hacer algo al respecto, son esos momentos en que llega un fuerte impacto a tu vida y aparentemente no has hecho nada para que suceda o simplemente no estas conciente de como llegaste hasta ese momento.

Dejar ir, me trae la imagen de desapego, libertad, ligereza que se siente cuando estas flotando en la playa simplemente dejándote llevar por el ir y venir de las olas. En ese momento no tienes nada y al mismo tiempo eres parte de todo. Conozco personas que admiro por la gran capacidad que han desarrollo de dejar ir y su especial sabiduría para identificar que se debe ir y cuando.

Que llegue lo que tiene que llegar, es un estado de apertura total, de aceptación, un acto de fe. Esas son las personas que admiro por su paz y alegría que viven cada día con su propio afán. Dando gracias por lo que reciben y con la certeza de que recibirán más.

En ambos casos mis admirados héroes anónimos, no han hecho nada especial para ser quienes son, simplemente están vivos, se dieron cuenta a tiempo y se entregaron a vivir. La vida que quieren a su ritmo, en su tiempo, en su espacio, a su aire. Todas esas personas que a lo largo de mi vida han llegado y se han ido. Han dejando su huella en mí y son parte de mi mantra de vida.

No puedo más que agradecerles por el trayecto del camino que compartimos, por sus enseñanzas, por sus mensajes. Desde este humilde intento de decir lo que siento les envió luz para su camino y alegría para vivir.

domingo, 28 de enero de 2007

Touch...




Cierro los ojos y puedo sentir la brisa acariciendo mi cara, vuelvo una y otra vez a esos lugares que con su magia y encanto quedaron para siempre impregnados en lo más profundo de mi ser.

El alma se alimenta de los sucesos que nos tocan a lo largo de la vida, un abrazo, un silencio, una palabra, una sonrisa, mis carcajadas, el sonido del agua en el rio, las lagrimas que corren por tus mejillas, la historia que no te atrevias a contar, los secretos de familia, las mentiras piadosas, la ilusión de un nuevo comienzo, el temor por lo desconocido, una muerte, un nacimiento, una canción.

Mis historías las que nunca cuento, se mantienen guardas en lo más profundo de mis recuerdos. En su momento tocaron mi vida y dejaron sus huellas encondidas dentro de mi piel, basta un toque para despertar las sensaciones dormidas. Con cada toque regresa una recuerdo, cada recuerdo nos revive una historia, llena de personajes, emociones e imagenes.

jueves, 25 de enero de 2007

Silencios...


Me quede sin palabras para: describir la belleza, expresar la tristeza o simplemente consolar mi dolor.

Me libero de las palabras, de las frases que vienen a mi mente y empiezo a surgir desde el sielencio. Buscando mi verdad, poniendome en contacto con lo que siento.

Solo en el sielencio descubro el placer de escuchar, solo quien permanece en silencio puede disfrutar el espectaculo de la vida.

domingo, 21 de enero de 2007

Intentando decir lo que siento...



Desde hace ya algún tiempo la escritura se ha convertido en mi gran terapia. De ahi que escribir se ha convertido en una necesidad. Cuando las palabras van saliendo siento como todo mi ser se va volviendo ligero, mi mente se tranquiliza y mis emociones fluyen.


Escribir es como escucharme a misma sin interrupciones, sin prejuicios, sin limitaciones. Las palabras van fluyendo y sin darme cuenta me encuentro sumergida en mi propio mundo alimentado de sueños y realidades.