Compartir por unas horas con un niño nos muestra un lado de la vida que muchas veces esta dormido para quienes pasamos mucho tiempo en el mundo de los grandes.
La capacidad de negociar, la persistencias, la libertad para pedir lo que quiere y la forma tierna y clara de solicitar el amor de su Madre para en la seguridad de sus brazos dormir.
No existen los complejos, ni la culpas, la disposición para hacer lo que sea necesario surge de inmediato en especial después de hacer de las suyas, decir perdón es fácil, empezar de nuevo también.
A veces tenemos a los maestros a nuestra completa disposicion y seguimos buscando conocimiento, cuando estamos al lado de la fuente de sabiduría. Observa a quienes te rodea, ve en ellos los mensajes y regalos que traen para ti. Miralos, escuchalos y disfruta de su presencia, es ahí donde se esconde la sabiduría que andas buscando.
Que mejor Domingo de resurrección que estar en contactos con seres llenos de vida, de alegría, de luz, de amor. Cada mañana la despertar recibimos nuevamente el regalo de la vida, honranlo implica vivirlo con amor, con alegría, con esperanza y con libertad.
Hoy es un día diferente para celebrar la vida y la resurrección.
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