Agradecer las bendiciones, las experiencias, en fin la vida es un acto de sabiduría, que contribuye a un corazón mas sano y una vida mas feliz. Después de celebrar cada día por 10 años de experiencias, de trabajo, de solidaridad y de crecimiento personal y espiritual la tarde del domingo fue perfecta para una meditación de agradecimiento.
Sobre la mesa Pan y Vino. En nuestros corazones gratitud, en nuestras mentes pensamientos positivos y en nuestras manos un regalo lleno de amor y de un poderoso significado.
Uno por uno de los presentes fuimos parte de la danza del dar y el recibir. y es en esos pequeños actos de amor donde florece la prosperidad verdadera, donde nos conectamos con lo mejor de nosotros y nos volvemos capaces de lograr todos nuestros sueños.
Para agradecer, es suficiente con hacernos conscientes de todo lo que recibimos, día tras día. Del regalo que es la vida misma, y que cada día se renueva cuando al abrir los ojos nos damos cuenta que tenemos un día más para estar aquí, las experiencias que nos muestran el camino, los familiares que nos acompañan, los amigos que están ahí, en fin todo cuando nos ocurre y lo que pareciera que no nos ocurre, todo es motivo para agradecer.
Si solo por hoy soy agradecido, agradecida, con toda seguridad ya estoy viviendo un día diferente, que tus palabras sean portadoras de esperanza, que tus manos contribuyan a un hoy mejor, que tus pensamientos iluminen tu propio camino y que cada uno de tus pasos sea el vivo ejemplo de las bendiciones que agradeces en cada despertar.
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