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martes, 16 de marzo de 2010

Nada como la Casualidad...


La vida es hermosa, vivirla no es una casualidad.
Albert Einstein (1879-1955) Científico alemán nacionalizado estadounidense.

Con esta cita de mi estimado Albert, la cual encontré por casualidad mientras navegaba en el Internet, quiero compartir con ustedes unos momentos hablando de la maravilla de la casualidad.

Nuestras vidas están llenas de casualidades, algunos dicen que son orquestadas por nuestros guías y ángeles enviados de Dios para hacernos más ligero el camino y más gozoso el trayecto.

Muchas veces no nos agradan las casualidades y entonces la llamamos mala suerte. Otras nos sentimos los hijos de la buena fortuna. En ambos casos pareciera que no tiene nada que ver con nosotros y al mismo tiempo estas involucrados completamente.

Fue justamente ayer, cuando por casualidad compartia con un grupo maravilloso de poetas del alma, que me percate de algunas casualidades maravillosas en mi vida y hoy al sentarme a escribir. También por casualidad llego a mi el deseo de compartir algunas de esas experiencias.

Resulta que con la simple decisión de escribir todos los días, la casualidad me ha brindado maravillosos lectores, participación en espacios donde las personas aman la escritura, la utilizan como herramienta para la sanación y lo manifiestan con alegría. Esta casualidad me tiene fascinada.

Un tiempo atrás me preocupaba el desarrollo de la gente, me sentía con tantos deseos de ayudar y al mismo tiempo sentía que me faltaba herramientas e ideas claras para hacerlo, por casualidad encontré una certificación de Coaching.

Mi cuello se había hecho pequeño, mis hombros estaban cargados y mi caminar se había vuelto lento y cansado, por casualidad conocí una maravillosa Terapeuta Corporal que además es Maga y mi historia cambio.

Desde que llegue a este mundo mi vida ha sido una casualidad tras otra, yo creo que es la herencia de ser hija de Món y Chabela, sin dejar de decir que mis abuelos tienen su cuota en esta historia, Fela y Lolo una pareja para la historia llena de ocurrencias y peripecias. Prieta y Vela. de todos ellos y muchos más personajes que adornan mi familia me siento heredera de casualidades.

El libre alberdrio es nuestra varita mágica para crear casualidades, el universo se hace grande y placentero cuando aceptarmos con amor sus bendiciones y somos al mismo tiempo instrumento o canal de su magia. Dios nos mira con amor desde todas partes. Dejemos por unos instantes que el azar nos lleve por un nuevo camino, regalemos hoy a otros y a nosotros mismos un día diferente.

Como dijo el amigo Lamartine hace algunos años:
La casualidad nos da casi siempre lo que nunca se nos hubiere ocurrido pedir.
Alphonse de Lamartine (1790-1869) Historiador, político y poeta francés.

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