Miro hacia atrás para traer al presente los aprendizajes de las experiencias que viví, de las que me gustaron y las que no me gustaron tanto, todas y cada una de ellas cuentan y valen.
Hoy recreamos el conversatorio con la querida Ana Irma Quijada. En el marco de la semana aniversario, la jornada que mensualmente se realiza en el espacio equilibrio, fue realizada con el conversatorio de Ana Irma, el tema fue: Las vías para la sanación.
Como buscadores del bienestar nuestro y de nuestra sociedad, estamos constantemente identificando, implementando en nuestras vidas alternativas que nos lleven a un resultado mejor. Para que continuemos en este camino maravilloso y enriquecedor, de manera resumida relato una parte del conversatorio con la Invitada Internacional de espacio equilibrio en su décimo aniversario.
Desde mi experiencia son muchos los caminos a la sanación y todos y cada uno de ellos son válidos, siempre que te lleven a un resultado, este resultado es el mismo para todos, aunque muchas veces lo interpretamos de diferentes maneras, al final de camino tod@s y cada un@ de nosotr@s queremos ser felices.
Entonces miras tu camino, miras lo que haces y te das cuenta que te hace feliz, simplemente ese es el camino en ese momento, conforme vas caminando descubres que existe otro camino, lo exploras lo sigues y entonces ahora ese es el camino que te hace feliz en este nuevo momento.
Si nos quedamos en el párrafo anterior, pareciera que pasas de una experiencia a otro de forma muy ligera, por eso cuanto leas o escuches algo, toma la idea completa, la mejor parte de esta historia esta por venir. Puedes recorrer muchos caminos, y al hacerlos lo que a mi Ana Irma me ha dado mayor resultado es la Reconciliación.
Reconciliarme con mi vida, como fue en todos sus aspectos, reconocer, aceptar y honrar cada una de mis experiencias y vivencias, porque cada una de ellas me permitieron llegar a donde estoy hoy. Es asi como empiezas a reconciliarte con todo lo que eres y esa reconciliación es la que te convierte en una persona ligera de cargas, dándole gracia y entusiasmos a tu caminar.
Reconciliarte con tus orígenes, reconocer que tienes los mejores padres, los mejores ancestros, los que te corresponden, reconciliarte con la religión raíz la que te inculcaron en tu niñez, solo reconciliandote con esa religión podrás decidir en verdad si seguir con ella o profesar en un nuevo camino, reconciliarte con las organizaciones, ideales y cada una de las historias significativas que han formado parte de tu vida.
Reconciliarte con tu historia, te permite avanzar para continuar construyéndola y sobre todo viviéndola paso a paso con autenticidad, respeto y dignidad por ti misma y por todo lo que es y lo que fue.
Estas palabras de Ana Irma, abrieron un espacio de reflexión y de esperanza para los asistentes a esta jornada y probablemente para muchas de las personas con las que hemos compartido esta experiencia.... La jornada no continuo con otro tema, pero por hoy los dejo reconciliandose con su historia, con tu vida. Abraza tu historia, libera todo aquello que ya no necesitas y con gran reverencia y respeto deja ir lo que se tiene que ir, para que pueda llegar lo que tiene que llegar.
Gracias del alma a Ana Irma por mostrarnos este hermoso camino ...
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