La diferencia entre respetar y ser reverentes en un principio me parecía inexistente y fue gracias a la sabiduría del universo que siempre esta dispuesto a aclarar nuestras dudas. En los últimos días he podido darme cuenta, tanto con información, como con experiencias de la gran diferencia y la importancia de entenderlas.
Cuando pensamos en respeto, asumimos que debe ser ganado por el otro y que nosotros podemos elegir a quien respetar y a quien no, de ahí que una persona que es respetuosa con algunos no necesariamente lo es con otros.
La reverencia trasciende al respeto, es una invitación a mirar y aceptar todo cuanto existe, lo entiendas o no, te guste o no y avanzar por tu camino sin dañar y sin dañarte. Reverencia es comulgar con el todo, aceptando, aprendiendo, sin juzgar, sin discriminar, sin excluir, es ver lo sagrado que hay en ti y en cada manifestación de la naturaleza.
A medida que te vuelves reverente, te haces consciente de la importancia de las palabras sabias y carentes de negatividad, de las acciones armoniosas y enfocadas en el bienestar. A medida que te vuelves reverente dejas salir cualidades de tu alma tales como la humildad, sabiduría, alegría y estas van sustituyendo otras cualidades menos elevadas como la intolerancia, la arrogancia, la critica.
Empieza a practicar la reverencia empezando por ti mismo, amándote tal como eres y haciendo de ese amor un bálsamo que te reconforta y fortaleza. Una vez inicias, cada paso sera mas sencillo, si empezamos a mirarnos con reverencia los unos a los otros, inevitablemente estaremos avanzando en nuestro nivel de conciencia y contribuyendo a la preservación del todo.
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