En estos tiempos es muy común que estemos preocupados por dos temas que de una u otra manera nos impactan a todos. El Bienestar y la Prosperidad. Ambos conceptos matizan nuestra vida con alegrías y satisfacción cuando consideramos que su presencia en nuestras vidas es alta y constante. De igual manera nos entristece y preocupa cuando consideramos que no están presente en algún ámbito de nuestra vida.
Reflexionando sobre todo esto, me doy cuenta que muchas veces somos nosotros mismos quienes alejamos con nuestras actitudes y comportamientos a estos huéspedes de honor, que mas bien deberían ser adoptados por todos como verdaderos familiares. A veces queremos dejar en manos del destino la gracia de tener bienestar y prosperidad y cuando el destino no nos cumple conforme nuestro capricho, nos frustramos y entristecemos.
Dando vueltas llegue a un circulo que me encanto y que nos vincula de manera mas responsable y real con nuestro bienestar y nuestra prosperidad. La parte que me encanta de los círculos es que pueden iniciar en cualquier punto, por eso el punto de partida es el que cada uno decida.
Producir, haz que tu trabajo, tus conocimientos generen resultados.
Bendecir, bendice cada una de las cosas que tienes, utilizalas con reverencia.
Administrar, distribuye e invierte con sabiduría cada uno de tus recursos físicos y no físicos que recibes.
Agradecer, muestra gratitud en todo momento, da con desprendimiento y siente agradecido por todo lo que vas conquistando y entregando.
Producir, bendecir, Administrar y Agradecer, parece tan simple que probablemente lo olvidemos y nos dejemos invadir sin darnos cuenta por las quejas, la apatía, la duda o la ingratitud y a veces hasta por la envidia.
No importa que paso hace unos minutos, ahora que estas leyendo esas breves palabras empieza a incorporar lo que te sea útil y quien sabe si de repente la vida empieza a ser un poco mas ligera, un poco mas feliz.
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