A veces caemos en la rutina, la comodidad, entonces todos los días parecen el mismo repetido una y otra vez. Cuando pasamos el inventario nos damos cuenta que no son los días los que van lento, es mas bien que nos falta movimiento.
Entonces no hay mucho que buscar, ni mucho que inventar, cuando quieres que las cosas sean diferentes, es preciso que empieces por moverte.
Muévete para buscar cosas nuevas, diferentes que te alegren la vida.
Muévete en busca de nuevas aventuras, transformando con acciones diferentes incluso parte de la rutina.
Muévete para otro lado del camino, para ver nuevos horizontes.
Muévete al ritmo de otra música, escucha una nueva canción.
Muévete para que encuentres una nueva vibración, es probable que toda tu necesite un nuevo movimiento, una nueva aventura para renovar la alegría de vivir. El movimiento de afuera es el resultado del movimiento interno.
Cuando te mueves, todo tu ser entra en movimiento, entonces abres la posibilidad de que cosas diferentes ocurran en tu vida, al principio la incertidumbre y la novedad nos pueden abrumar, pero los beneficios casi siempre superar en el tiempo al riesgo.
Muévete, un paso cada vez y ya estas en un nuevo lugar, para vivir, para reír, para amar.
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