Emprender la vida desvinculados de nuestras fuerzas es exponernos al fracaso y a la desilusión permanente. Con mucha frecuencia vivimos insatisfechos o disminuidos y pasamos revista una y otra vez para identificar a los culpables de nuestra falta de éxito, satisfacción y plenitud.
En lugar de mirar alrededor, un buena idea es mirar hacia dentro, vernos a nosotros mismos nos da la posibilidad de volver a conectarnos a vincularnos con la fortalezas internas que nos acompañan y nos apoyan para lograr lo que queremos, para cumplir nuestros compromisos y para utilizar todos esos talentos que han sido confiados a cada uno de nosotros para hacer de este lugar que habitamos y lugar mejor.
Dejar nuestro avance en las manos de otros, dejando de asumir nuestra responsabilidad personal es equivalente a desperdiciar nuestras vidas. La posibilidad de pedir ayuda, de buscar alternativas de dejarnos acompañar y apoyar es un ejercicio sano y conveniente, no obstante la responsabilidad de nuestros resultados esta en nuestras manos, es nuestra obra maestra.
Sacar unos minutos cada día para conectar con nuestras fortalezas y ver mas allá las infinitas posibilidades que nos ofrece la vida, es un regalo que todos tenemos disponible. Nuestros angeles esperan por nosotros para auxiliarnos, apoyarnos y reconfortarnos, disfrutemos de las gracias que Dios a dispuesto para nosotros.
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