Páginas

martes, 31 de agosto de 2010

Aire


Una respiración profunda y consciente nos tranquiliza, nos llena de energía, es suficiente para cambiar lo que sentimos en ese instante.
Es a través de la respiración que llega el aliento de vida a nuestro cuerpo, mientras respiramos nos mantenemos vivos. Nuestra calidad de vida se relacionan mucho con nuestra capacidad respiratoria.
Parece increíble la forma en la cual la cantidad de oxigeno que tienen nuestro cuerpo influye en todo lo que pensamos, decimos y hacemos. No por casualidad cuando uno persona esta molesta se le recomienda respirar y tranquilizarse.
Tomamos de la atmosfera el aire que necesitamos para nutrir nuestro cuerpo, de igual manera lo devolvemos en cada exhalación. Es un flujo constante de dar y recibir. Con este simple hecho que nos mantiene vivos se confirma que es imposible pretender que no necesitamos a los demás o que no somos necesarios.
Estamos interconectados y somos interdependientes los unos de los otros, compartimos el mismo aire. Sin embargo, no necesariamente vibramos en la misma frecuencia. Cada uno de nosotros con nuestros pensamientos vamos decidiendo aquello que queremos para nosotros mismos y muchas veces para quienes nos rodean.
El maravilloso aire que es conductor de vida, alegría y entusiasmo. También puede ser conductor de descontentos, desesperanza, muerte. Es nuestra responsabilidad hacer un uso optimo de los recursos que el orden divino nos ofrece, manteniendo su pureza, utilizando con sabiduría y reverencia cada elemento que nos mantiene vivos.
Hoy es un día diferente, para advertir la grandeza del aire que de forma natural y gratuita te regala el universo. Hacer consciencia de la manera en que impactas con cada respiración, con cada palabra. En que medida emites principalmente aliento de vida.

No hay comentarios.: