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lunes, 2 de agosto de 2010

Nuevo y desconocido.

Cuando sueltas los condicionamientos, dejando de juzgar con la mente, dejas de dar un veredicto a lo que sucede clasificando los sucesos de la vida como buenos o malos es cuando empiezas a moverte en una nueva dirección.

Experimentar lo nuevo implica que a veces si y a veces no. En la novedad esta la emoción de la aventura y la incertidumbre de lo desconocido. Una combinación que nos reta y nos invita a movernos y actuar conforme los hechos nuevos.

Al experimentar lo nuevo también se nos invita a renovarnos, a buscar nuevas alternativas, es como combinar un vestido nuevo con unos viejos zapatos.

Los viejos zapatos pueden ser cómodos porque estan acostumbrados a nuestros pies y
podríamos tomar este decisión por comodidad. Solo te pido que antes de salir te mires al espejo, preferiblemente uno de cuerpo entero. Verifica la armonía y la belleza de tu combinación y si esa es la imagen que deseas, adelante.

Si te arriesgas a experimentar completamente la novedad quizás puedas encontrar unos nuevos zapatos, que combinen con tu nuevo vestido. Es probable que al principio no parezcan muy cómodos, pero conforme vas avanzando te das cuenta que te gusta la nueva experiencia, la nueva sensación.

Hoy es un día diferente, estrena un nuevo vestido y regálate la oportunidad de probar unos nuevos zapatos. Vive la aventura de lo nuevo y la incertidumbre de lo desconocido, la zona de confort también es incomoda.

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