Es maravilloso ver con el orgullo que damos nuestra formula a los demás, a veces nos damos cuenta que la situación es diferente y ni hablar de que la persona es otra. Pero la tentación de que otros prueben nuestra receta es mayor que los elementos que nos indican que no estamos frente a la misma situación.
A veces somos el canal para que otros encuentren sus propias recetas, otras veces somos una interferencia que también los ayuda. A veces la mejor ayuda consiste en no hacer nada, en no interferir, en no involucrarte. Otras es preciso correr el riesgo y asumir la responsabilidad que el momento te plantea.
Independientemente de cual sea la situación, si me queda muy claro que las recetas son tan solo referentes que pueden resultar muy positivas, sin embargo es una responsabilidad personal encontrar nuestras propias recetas.
Existen algunas ideas generales de cuanto necesitamos batir, o dejar reposar, cual es el mejor momento para combinar dos o mas ingredientes. Que tan frío, que tan caliente, si hornera, freír o colocar en baño de María.
En fin las recetas nos guían, nos orientan, el resultado final siempre será nuestra responsabilidad, dependerá de nuestros ingredientes, de la calidad, la frescura que tengan en el momento, de la pasión, amor o desaliento con que cocinemos.
Hoy es un día diferente, revisa las recetas mas importantes de tu vida, las estas utilizando en este momento o las olvidaste para ir detrás de las recetas de otros.
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