Viaje hacia mi interior

Emprendo con entusiasmo cada nueva etapa de mi vida, lo nuevo trae nuevas fuerzas, nuevas energías a mi vida.

La metáfora que viene a mi en este momento se relaciona con viajar. Un viaje siempre tiene una conexión con la aventura, la incertidumbre, lo inesperado. Dependiendo del motivo del viaje, pueden generarse expectativas de alegría o expectativas de dolor.

Viajar trae a flor de piel todos nuestros sentimientos, activa nuestros pensamientos y genera un verdadero movimiento dentro de nosotros. Cada viaje externo es también un viaje interior, aunque no siempre lo quiero ver y admitir.

Mi alma siempre recorrerá los caminos que necesita, me encontrare con las personas que están llamadas a formar parte de mi historia en ese momento de mi vida. Todos los lugares de embarque y desembarque que encontrare a lo largo de mi vida forma parte de mi viaje interior.

Las estaciones de tren, los aeropuertos, las paradas de autobuses, la puertos, el lugar donde medito, todos y cada uno de estos lugares son puntos de encuentros y de despedidas.

Cuando mi actitud es de apertura y aceptación puedo atraer nuevos amigos, nuevas experiencias a mi vida. El movimiento se vuelve fácil, trae en si mismo un sentido de aventura y crecimiento.

Los paisajes, las casas, las historias que viven en mi interior tienen suficiente riqueza para que me anime a viajar hacia dentro de mi. También vale la pena que vea las zonas de miserias, la pobreza, el dolor. Lo alto y lo profundo, lo bajo y lo superficial, todo forma parte de mi, todo esta ahí para mi.

Hoy es un día diferente, un hermoso día, ideal para una vez mas emprender ese viaje hacia mi interior, deleitarte con todo tu ser. Sin juzgar, sin calificar, sin intención de perfección, simplemente llega y mira. Acepta cada espacio como es y relájate. La transformación es el resultado de la aceptación consciente.