Alguna vez has sentido que sabes la respuesta, que conoces la pregunta. Una idea llega a ti como si fuera un relámpago y a penas alcanzaste a ver su luz.
Ideas que llegan de repente, sensaciones que nos mueve en una dirección distinta a la que inicialmente consideramos correcta.
Simplemente ser capaz de dejar abrir esa puerta que me conecta con información que viene de la esencia de las cosas, esa que esta mas allá del juicio y el condicionamiento.
Una puerta morada que se abre cuando yo elijo la apertura como una posibilidad, para que esta puerta se mantenga abierta es preciso que yo este dispuesto a estar receptivo.
Esta puerta se abre y se cierra con mucha facilidad. Esta puerta nos da acceso a otras dimensiones y espacios.
Cuando permito que mi puerta morada se abra, todo mi ser crece y se expande, esta puerta aporta mucha luz a mi mundo interior.
Hoy es un día diferente, sentado relajadamente identifica el lugar donde se ubica tu propia puerta morada, toma conciencia de su ubicación, dimensión, descubre la contraseña que la abre. Y sin ninguna expectativa ni pretensión simplemente deja que se abra, que fluya tal como es. Vive tu propia experiencia, solo para ti tiene sentido lo que puedas encontrar una vez se abra esta puerta.
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