Unos ojos que miran la vida con alegría, encontrando en las cosas sencillas de la vida las respuestas a los complicados dilemas.
Unas manos que tocan la vida con cuidado y firmeza, con la certeza de que su toque puede contribuir a solucionar algunas necesidades.
Unos oídos dispuestos a escuchar el latir de su corazón, moverse a su propio ritmo, bailar su propia danza, manteniéndose en armonía con el todo.
Unos labios que saben como sonreír y ser canal para palabras que vienen desde el corazón, que hacen crecer la confianza, que fortalecer el amor.
Un olfato dispuesto a recrearse en las aromas que la naturaleza nos regala.
Unos sentidos alertas y libres, dispuestos a regalarnos la vida en cada sensación.
Hoy es un día diferente, una invitación para experimentar cada sensación y sentirla desde lo mas profundo de nosotros mismos. No es preciso esperar para disfrutar de lo simple, de lo disponible.
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