Páginas

lunes, 15 de noviembre de 2010

La puerta de Origen

La primera puerta que siempre quiero tocar queda justo detrás de mi, es la puerta del amor de mis padres. Siempre que el camino hacia delante se torne retador o lleno de desafíos, quisiera mirar por un instante hacia atrás y tan solo ver la puerta.

A veces pensamos que necesitamos que todas las puertas de nuestra vida estén abiertas, el orden divino en su inmensa sabiduría nos va mostrando que cada puerta abrirá a su tiempo.
Una puerta para cada tiempo y un tiempo para cada puerta.

Las puertas de mi vida abre y se cierran en perfecta armonía, mostrando cada una el regalo que trae al abrir y la gracia que concede al cerrarse.

Mis padres fueron la puerta por la que entre a la vida, a esta vida que aun vivo gracias a el regalo que recibí de ellos “la vida”

La puerta de mis padres ha estado siempre presente en mi vida, gracias a que ellos han elegido que sea así. En esa puerta llore siendo niña, en esa puerta conocí el dolor y el placer, la alegría y la tristeza, aprendí de la solidaridad, del servicio, de la gratitud, de la ira, de la violencia, del miedo y del amor.

En fin la puerta de mis grandes aprendizajes.
La puerta donde empieza mi historia, donde nace el amor, donde empieza el recorrido, donde se fortalecieron mis alas.

Inclino mi cabeza ante esta puerta, dijo:
Si a todo lo que ella representa en mi vida, aceptándola y honrándola tal como es.
Gracias por la vida.
Pido por favor su bendición si lo hago diferente.
Yo también seré canal para mis propias puertas. 

Hoy es un día diferente, redescubre tu puerta de entrada a la vida, agradece y honra esa puerta, no importa si esta cerrada o abierta físicamente. Esa puerta estará por siempre en tu corazón, es tu puerta de origen.

No hay comentarios.: