En algún momento de nuestra vida hemos identificado a alguna persona especial que calificamos como un maestro. La tendencia a buscar al maestro fuera de nosotros esta generalizada, muchas veces pasamos tanto tiempo buscando al maestro que nos perdemos y frustramos en la búsqueda.
La tendencia a pensar que todo lo que esta fuera de nosotros puede ser mejor habla mucho de nuestra ceguera interior. Nuestros ojos son maravillosos mirando hacia afuera, identificando talento, virtudes, prosperidad, amor fuera.
Cuando nuestros ojos quieren buscar lo mismo hacia dentro nos resulta mas difícil identificar todas esas virtudes, talento, amor dentro de nosotros mismos.
Ser maestros es un reto que nos invita a actuar en presente y en primera persona, es decir, convertirnos en maestros de nosotros mismos en este preciso momento de nuestras vida. Es una reto del presente que estamos en capacidad de asumir tal como estamos en este instante.
Ser maestros de nosotros mismos es precisamente abrirnos a vernos internamente, actuar con maestría desde nosotros, desde lo que somos en cada instante, es convertirnos expertos en ser cada vez la mejor versión de nosotros mismos.
La iluminación de otros es maravillosa y definitivamente que estar cerca de personas con grandes luces nos regala ráfagas de luz. Sin embargo, el verdadero reto es encender nuestra propia luz, buscar esa iluminación que necesitamos para vivir mas felices, mas conscientes.
Hoy es un día diferente, para iniciar la maestría de ocuparnos de nosotros mismos, para dejar que brille nuestra propia luz y que sea la combinación de luces la que creer nuevos colores y tonalidades.
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