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miércoles, 7 de julio de 2010

Mi Voluntad y La Voluntad Divina son una.


Creer que tengo el control de las situaciones alimenta mi ego. Entender que mas allá de mi y mi ego esta el orden divino, me libera para dedicarme a realizar lo verdaderamente importante.

Cuando jugamos a creer que somos capaces de controlar todo empezamos a desperdiciar grandes cantidades de energía y a sentirnos cansados y frustrados. Mas allá de lo que nosotros entendamos debe ser la vida, la vida simplemente es. Mas allá de lo que nosotros entendamos debe ser la forma de actuar de otros, los demás simplemente son.

Si nuestra voluntad se une a la divina se fortalece y nos llena de energía. En ese momento dejamos de pensar en controlar y estamos mas dispuestos a servir. Dejamos de lado los deberían y simplemente aceptamos y fluimos con las personas y las situaciones tal como son.

Si nuestra voluntad se une a la divina, empezamos a movernos motivados por el amor y el respeto, en lugar de actuar por miedo e inseguridad. Liberar nuestra voluntad de nuestro ego y unirla a la voluntad divina, nos libera, nos muestra caminos nuevos y fuentes de energía que nos renovaran y nutrirán para vivir las experiencias no importa lo duras o difíciles que parezcan.

La voluntad divina me fortalece con su gran sabiduría y me da las alas que necesita mi voluntad para guiarme a actuar. Aquello que me corresponde aportar en este mundo va mas allá de lo que puede ver mi ego o puede cumplir mi voluntad en soledad. El tiempo es corto y las acciones que esperan por mi muchas. Si uno mi voluntad a la divina se terminan las dudas, con claridad veré el camino, con confianza transitare por el.

Hoy es un dia diferente, relájate y conecta tu voluntad con la voluntad divina. Nutre tu alma, tu mente y tu cuerpo de la verdadera fuente, notaras la diferencia y empezaras a fluir y vivir a otro ritmo.

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