La vida se trata de las cosas que ocurren a cada instante. Voy viviendo y la vida va ocurriendo. Muchas veces por temor a lo desconocido, me cohíbo de vivir lo que ocurre tal como es. Cuando mis limitaciones mentales surgen y el miedo se esparce por todas partes simplemente he dejado de vivir.
Es el temor el que drena mi energía, es el temor el que consume mis fuerzas para abrir las alas y mirar la vida como un reto maravilloso por el cual puedo volar libremente, llegando hasta el mas estrecho laberinto igual que al panorama abierto y extenso.
Muchas veces me voy quedando con poco espacio para abrir mis alas. Por un lado las criticas que me genero a mi misma, por otro lado las que permito que generen los demás. Todas y cada uno de ellas no son mas que la manifestación de nuestros temores.
Las aves siguen la sabiduría de su propia naturaleza, alimentan a su pequeño durante un tiempo razonable, luego lo lanzan para que con el dolor y esfuerzo que sea necesario aprenda a responsabilizarse y disfrutar de la grandeza de abrir sus alas y volar.
Cada uno de nosotros puede abrir sus alas, es cuestión de recuperar la confianza en ese fuerzas, esa energía que están dentro de ti, tus ayudantes de vuelo desde hace tiempo esperan por ti. Esperan por mi.
Hoy es un día diferente, para extender tus brazos y sentir como se convierten en verdaderas alas que te pueden llevar a donde quieres y necesitas ir. Un simple movimiento empieza a hacer la diferencia. Las aves vuelan por encima de todo, tu puedes estar por encima de las circunstancias. Puedes abrir tus alas y volar libremente.
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