Puedes sumergirte en las profundidades de la vida, en algunos momentos las situaciones serán intensas, tocaras fondo y parecerá que nos vas a salir de esta. La primera inmersión puede que te asuste al inicio, pero cuando vas sacando tus recursos internos, como la confianza, la paciencia, la fe, la habilidad para moverte entre otros, te dará cuenta que esto pasara y te abrirá el camino para moverte con mayor libertad en la superficie y en la profundidad.
La divinidad en su infinito respeto al libre albedrío, escucha con atención cada una de nuestras solicitudes y reclamos. A veces somos tan ligeros y rápidos al pedir, que cuando recibimos la entrega no reconocemos nuestro pedido. Empezamos a mirar a nuestro alrededor y llegamos a pensar que nos entregaron el pedido equivocado.
Si te sumerges en la experiencia que es tu vida y disfrutas con igual disposición de cada experiencia, cada vez serás mas fuerte para asumir la responsabilidad que implica estar vivo. Si empiezas tus pedidos agradeciendo la atención y las bendiciones que has recibido, es probable que tu mente y tu corazón tenga tiempo de armonizarse y serás capaz de realizar pedidos mas claros, específicos y acordes a las necesidades de tu vida en todas tus dimensiones.
Lo que pides para el cuerpo, pudiera estar contradicción con el camino del alma. Entonces al concederte el pedido, trae consigo las contraindicaciones que se traducen en sensaciones que no comprendes.
Hoy es un día diferente, llena tus pulmones con todo el aire que te sea posible, respira desde lo mas profundo de tu ser y si es preciso toca el fondo de este momento. Con tu mente y tu corazón en una nueva disposición empieza agradeciendo y reconociendo. Luego haz tu pedido y por ultimo entrega tu voluntad al orden divino. En lo profundo de cada ser esta su alma que lo sostiene, en la superficie solo ves la apariencia. Mira un poco mas allá.
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