Agua

Cuando el agua esta en armonía es un elemento que nos nutres y nos da vida, de igual forma cuando pierde esa armonía puede ocasionar muerte y destrucción.

Una persona hidratada refleja el bienestar en su piel y todo su sistema, una persona deshidrata se torna gris y todo su sistema se debilita.

Las grandes sequías que se experimentas en algunas temporadas del año son preocupantes y desesperanzadoras, lo mismo ocurre cuando son inundaciones.

Esas hermosas olas que nos arrullan con su vaivén son las mismas que ante una descarga desproporcionada de agua se convierten en tsunami y arropan y destruyen todo a su paso.

Cada elemento de la naturaleza tiene su misión y la cumple en armonía. Somos nosotros los seres humanos los que insistimos en querer muchas veces cambiar el curso de las cosas sin conocimiento, sin respeto, sin considerar la sabiduría que ha permitido que lleguemos hasta estos tiempos.

Cada vez que nuestra mano intervienen sin consciencia, sin reverencia alteramos los ciclos naturales de la vida y lo que debería volver para continuar el ciclo, a veces se desvía. Nuestro ego se eleva cada vez que parece que estamos cambiando el curso de las cosas a nuestro favor. Y en la euforia del logro olvidamos que mas allá del ego esta el orden divino, mover por capricho y sin la menor reverencia el curso de acción del ciclo de la vida tiene sus consecuencias.

Hoy es un día diferente, para que disfrutemos el fluir de los acontecimientos de nuestra vida tal como van ocurriendo, dejemos por un momento que sea el orden divino quien establezca el ciclo de vida que nos corresponde seguir y experimentemos la diferencia. Que nuestra intervención en este día sea desde la sabiduría, la reverencia y la gratitud.