Abiertos para recibir.

Todos los días desfilan frente a nosotros oportunidades que podríamos aprovechar en el buen sentido de la palabra.

Todos los días ocurre cosas extraordinarias que pasan desapercibidas para nosotros, porque estamos persiguiendo lo ordinario.

Todos los días alguien nos ayuda, alguien nos admira, alguien nos ama, alguien nos regala una sonrisa, pero muchas veces pasa desapercibido, porque estamos envueltos en situaciones o conflictos.

Todos los días la naturaleza nos hace regalos a través de sus elementos, la tierra, el aire, el fuego o el agua, pero la mayoría de las veces pasan desapercibidos, porque estamos escuchando las noticias de las catástrofes naturales.

Todos los días la vida nos regala un amanecer, un atardecer, potenciales momentos de felicidad, que se quedan sin ser recibidos. Porque cada día nos levantamos sin mirar, sin escuchar, sin sentir todas las maravillas que florecen dentro de nosotros y solo prestamos atención a las múltiples cosas que ya no funcionan.

Hoy es un día diferente, verifica que tan abierto estas para recibir las bendiciones de este día, de este instante. Si saboreaste el café o el te de esta mañana, si te alegras por el sonido de tu canción favorita, si al menos se te escapo una carcajada, la brecha esta abierta, déjala expandirse y ábrete completamente para recibir.