Vivir preocupados es muchas veces interpretado como un sinónimo de responsabilidad, es común escuchar a las personas que quieren manifestar su interés, decir: Yo me preocupo por mi familia, por mi país, por esta situación.
Vivir manifestando preocupación más que un signo de responsabilidad, podría ser un signo de culpabilidad. Me siento culpable por lo que ocurrió en el pasado que hoy tienen como consecuencia este momento y es tan fuerte mi culpa que veo el futuro desde este lugar, desde esta misma sombra.
Liberarnos de las preocupaciones y dejar de proyectar nuestro futuro como sombras, puede marcar la diferencia en nuestras vida, ver la vida con positivismo, con objetividad. Asumir nuestros interés, inquietudes y responsabilidades con tranquilidad, con confianza en el universo y en nosotros mismos. Saber que todo cuando necesitamos esta disponible para nosotros y que llegara en el momento mas conveniente para todos.
Pretender anticipar el futuro, llenos de miedo y de incertidumbre, nos debilita más que cualquier situación que realmente nos toque vivir. Empecemos por transformar nuestra manera de pensar y de habla. Así poco a poco también transformaremos nuestra manera de actuar.
Disfrutar la vida, asumir las responsabilidades, recorrer los caminos, realizar nuestros sueños, compartir nuestros intereses y logros, todo lo que hacemos, se la consecuencia de lo que somos. Dediquemos tiempo a trabajar, a desarrollar nuestro ser. La confianza, la esperanza, la belleza, la aceptación y la acción conscientes son parte de las nuevas palabras y vivencias que nos acompañaran en este nuevo camino.
Hoy es un dia diferente, celebremos la vida ocupándonos de lo que nos corresponde, olvidando las preocupaciones, viviendo en el presente con responsabilidad y amor. Cuando nos hacemos este regalo a nosotros mismos, brindamos la misma posibilidad a los demás.
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