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miércoles, 12 de mayo de 2010

Pedir


Nuestra capacidad de pedir, determina en gran medida nuestra capacidad de recibir y de dar. Pareciera que cada uno de estos conceptos son completamente diferentes, sin embargo, cuando vamos a la esencia todos son partes de un ciclo que mantiene la dinámica de la vida.

Dar implica desprendimiento, recibir implica humildad, Pedir requiere humildad y valentía, tomar requiere decisión y merecimiento. Mantener este ciclo activo en nuestras vidas en todos sus aspectos, constituye un compromiso con la vida, con nuestra misión.

Todos los días tenemos la oportunidad de dar, es nuestro ejercicio para practicar el desapego, todos los días tenemos la oportunidad de recibir, a veces lo que recibimos es material, otras vez es tan sencillo como un abrazo, un saludo, una mirada. Estas abiertos y humildes para recibir nos nutre, nos fortalece.

Todos los días necesitamos pedir, a veces pensamos que estaremos mejor cuando no necesitemos pedir. La verdad es que si vivimos sin pedir, prácticamente nos convertimos en una flor que se marchita, todo el tiempo estamos pidiendo, de hecho es prácticamente nuestro trabajo en el dia a dia. Solo que llegamos a pensar que cuando tenemos la autoridad no estamos pidiendo, a veces preferimos creer que podemos exigir o mandar antes que sentirnos pidiendo. Es la humildad y la valentía que necesitamos ejercitar para pedir la que nos fortalece, la que nos engrandece.

Si pedir, nos representa un reto. Sentir que tomamos, es aun peor. Pensar que estamos tomando de la vida lo que nos corresponde, puede parecer un acto de egoísmo para muchos, para otros el tomar es una obligación que tiene la vida con ellos. Ni tanto, ni tan poco. Tomamos en nuestra justa medida, sabiendo que tomar implica aceptar que lo que tengo en este momento me lo merezco, lo que me gusta y lo que no me gusta también.

Mantener activo el ciclo de la vida, al dar, recibir, pedir, tomar. Nos fortalece a todos, por regla natural, los padres dan, los hijos toman. A veces invertimos el orden, por eso vemos por la vida tantos Padres que parecen hijos y tantos hijos que parecen padres. Utilicemos este ciclo para construir, para fortalecernos, para ser más felices y mejores seres humanos.

Hoy es un dia diferente, para ejercitar de manera consciente mis capacidades de dar, recibir, pedir y tomar, sabiendo que todos somos libres en este ejercicio, que no es obligatorio que los demás respondan con un si antes nuestras solicitudes u ofertas, El ciclo se mantiene cuando lo ejercitamos independientemente de los resultados inmediatos, la vida es mucho más que un simple momento. Independientemente que parezca el mejor o peor de los momentos de tu vida.

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