Las Nanas.

Acompañar a los niños en su proceso de desarrollo y crecimiento, es una tarea que requiere amor, dedicación, vocación. Las Madres son las protagonistas de la historia, que conjuntamente con las abuelas, las tías y las nanas hacen la diferencia en la vida de los pequeños y grandes.

Cuando yo era pequeña las madres manifestaban especial agradecimiento y respeto por las personas que las ayudaban a cuidar sus hijos. Los brazos siempre listos, una sonrisa ante las travesuras, la comida favorita, una mano amiga cuando sabias que estabas en problemas por alguna travesura o indisciplina.

Cuando pienso en las nanas, recuerdo los brazos de Rosa. Ella estuvo en mi casa en los primeros años de mi vida, a pesar de ser pequeña es increíble con la claridad que recuerdo sus brazos y su cariño cuando el resto del mundo no me comprendía. Mi eterno agradecimiento a Rosa por regalarme su regazo con tanto amor.

A medida que fuimos creciendo otras personas fueron apoyando a nuestra madre en este proceso, una de las personas que nos acompaño por mas tiempo, fue la querida Patria, empezó como una colaboradora y hoy es parte de nuestra familia y de nuestros recuerdos. Ella nos acompañaba, nos traía regalos cuando iba de vacaciones a Samana, su cariño, la forma como nos consentía y como nos corregía. Sus consejos, sus historias. La querida Patria nos manifestó su cariño hasta el ultimo momento de su vida y nuestra madre fue el canal para manifestar todo el amor que todos nosotros como familia sentíamos por la querida Nana Patria.

Las Nanas son mujeres maravillosas que prestan sus brazos, amor y cuidado para acompañar es su crecimiento y desarrollo a nuestros hijos. Indiscutible pagamos por un servicio, pero mas allá del dinero esta la gratitud, generosidad y amor, por quien nos sustituye para que continuemos avanzando por la vida.

Hoy es un dia diferente, para inclinar nuestras cabezas y honrar a las Nanas que de una u otra forma nos acompañaron en etapas fundamentales de nuestra vida, de igual manera miro con gratitud a sus hijos por prestarnos a sus madres. Agradecer con todo el corazón a las Nanas de mi vida, a pesar del tiempo aun escucho su voz y siento sus brazos. Gracias.