En una oportunidad compartiendo con mis sobrinos, José Andrés me pregunto si yo era Maga. En ese momento me sorprendí con su pregunte y le devolví con otra pregunta, Tú que Crees? El me miro nuevamente y me dijo yo creo que si. Es impresionante y maravillosa la cantidad de cosas que observan los niños. En lo que nosotros llamamos ingenuidad se esconde tanta sabiduría que desde nuestras mentes maduras a penas alcanzamos a percibir.
No estoy segura de que yo sea Maga, de lo que si estoy segura que muchas veces he pronunciado las tres palabras mágicas para que José Andrés me pueda ver así... muchas veces he dicho YO TE LLEVO, PUEDES VENIR COMIGO, TE QUIERO MUCHO, la lista de palabras mágicas que nos hemos dicho es larga y con solo recordarlas vuelven a producir esa sensación de felicidad que se siente como verdadera Magia.
Para transformar nuestro entorno casi siempre es suficiente con hacer un buen uso de nuestras palabras mágicas, esas que hemos recibido de otros y nos hacen lo que somos hoy, esas que con tan solo ser pronunciadas nos devolvieron la sonrisa, la confianza y la esperanza.
Mira a tu alrededor observa lo que ocurre y empieza a decir palabras mágicas que transformen tu vida y la de todos los que te rodean.
El día de hoy también es un regalo, no lo dejes en la envoltura.
1 comentario:
Qué bonito María Isabel, me gustó mucho.
Un abrazo.
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