Las posibilidades de éxito y las posibilidades de riesgo, están estrechamente relacionadas. Una vez descubres tu motivo, tu propósito, que lo logres dependera en gran medida del riesgo que estés dispuesto a correr.
A veces se nos presentan algunos atajos en el camino y pensamos que sera mas fácil si los seguimos, luego nos damos cuenta que no son atajos, que en realidad son desvíos. No temas si la intención es clara y sirve para el propósito, el riesgo bien vale la pena.
Encuentra eso que hace vibrar tu corazón que te llena de luz y emoción y arriesgate a seguir ese camino. apoyate en la fe y la confianza, no te distraigas dudando, no te distraigas pensando en lo que no funcionara. No desistas.
Hoy tenemos muchos ejemplos de personas que no abandonaron a pesar de las dificultades. Hoy sabemos que al final del camino siempre esta la luz.
Dejate cautivar por tu motivo, por tu propósito y empieza a arriesgarte, a veces empiezas con pequeños pasos... tan simples como decirte a ti mismo en voz alta lo que quieres, lo que sueñas, una vez lo declares, ese impulso te seguirá animando, no abandones, sigue... en algún lugar del planeta alguien necesita lo que tienes para dar
Da con confianza y amor, en especial sin expectativas... cuando corresponda recibirás, la generosidad siempre es recompensada.
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