Los que tenemos la bendición de la vista, estamos capacitados para utilizar nuestros ojos de manera distinta a quienes no tienen la misma facilidad. Sin embargo, tener una capacidad no necesariamente implica que la utilicemos.
Muchas veces, nos cuesta mirar, otras no queremos mirar lo que tenemos frente a nosotros y otras veces vemos donde nadie ve.
Observándome a mi misma mirar, me pregunto: Qué miran mis ojos? Están mirando los hechos de manera objetiva, o mi mirada ya es capaz de filtrar lo que ve y hacer una interpretación. De tantas opciones para mirar porque elegí esas imágenes, esos momentos.
Cuando miro una virtud en otros, que tanto de mi hay en esa mirada. Cuando por el contrario miro lo que considero un defecto, cuando de mi hay en esa mirada. Que me muestran las miradas que hago a los demás, que hago a las cosas que rodean.
Que mirar mis ojos en este instante de mi vida. Estas miradas son alimentos que me nutren y me fortalece. O decidí contaminarme mirando lo que me destruye y me debilita. Como y para que estoy utilizando mi mirada.
Son mis ojos faros de luz que iluminan mi propio camino, o son luceros que se apagan y se llenan de la oscuridad que hay en el exterior. De donde viene la luz, el brillo que hay en mis ojos en este momento.
Hoy es un día diferente, para apreciar la belleza que vive dentro y fuera de mi, para conectarme con la luz que entra por mis ojos y que sale de ellos para iluminar mi propio camino.
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