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lunes, 7 de junio de 2010

Corazón, Corazón...


Había una vez un espacio en el corazón que se había quedado sin luz. Por mas que intentaba iluminar este lado no era posible, las luces no logran iluminar y la oscuridad se había adueñado del lugar.

Muchos sentimientos intentaron regresar la luz a este espacio de un corazón hermoso, cuyo único problema era que una parte de su belleza no se podría observar porque sus luces no iluminaban.

El lado brillante e iluminado hacia grandes esfuerzos para que el otro lado pasara desapercibido, se esforzaba sin parar, siempre con algo nuevo, siempre con algo bueno, cada vez mas luz, cada vez mas brillante. Tanto esfuerzo para ocultar su lado oscuro, termino quitándole luz, quitándole brillo, agotando sus fuerzas, opacando su luz. Su sonrisa se volvió superficial y fría, su entusiasmo ya no era contagioso y su luz empezó a hacerse débil.

Un buen día, agotado, cansado y triste, toco a la puerta de su lado oscuro. Ese día por fin el lado de luz decidió mirar el lado oscuro. Al verlo de frente se dio cuenta que era su otra mitad, que su belleza y su fuerza eran compartidas. Que su luz era mas fuerte porque el otro lado era mas oscuro. Mirar el lado oscuro y reconocerlo como su otra mitad empezó a dar alivio al cansancio, a renovar las fuerzas a brindar alegría. Los dos lados se fueron mezclando, se fueron complementando y llego un momento que la luz y la oscuridad se fundieron en un solo espacio.

El corazón de los dos lados aprendió que cuando la luz y la oscuridad se miran de frente, dejan de ser dos, para fundirse en un nuevo uno. Que la mirada tiene la fuerza de reconocer, que los sentimientos se sienten y que rechazar tu lado oscuro es debilitar tu luz. Solo desde el conocimiento pleno te conectas con tu verdadera fuerza.

Es aceptando, amando, perdonando y liberando que se vuelve completo un corazón, rechazar el lado oscuro es rechazarte a ti mismo desde otro color. Y así los dos lados de un mismo corazón, danzan en la eterna aventura de la vida, sabiendo que los días de sombras son el anuncio de los días de luz. Y colorín colorado este cuento se ha acabado.

Hoy es un día diferente, para contar o escuchar un buen cuento, total solo es fantasía, magia y un poco de ficción, dulcitos agridulces para un corazón.

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