En el Universo existen algunos modelos de comportamientos que han prevalecido a lo largo de la historia de la humanidad. Sin importar las épocas hasta ahora siempre encontramos reyes y mendigos, vírgenes y prostitutas, el caballero y el don Juan, el maestro y el alumno y así sucesivamente.
Es muy común que sin darnos cuenta nos lleguemos a convertir en interpretes de algunos de estos modelos o papeles y lleguemos a envolvernos tanto en la interpretación que se nos olvide ocuparnos de realmente vivir y crear nuestra propia interpretación.
Cada momento de nuestra existencia se nos presentan situaciones que debemos resolver, transformar o superar en nuestras vidas. La diferencia entre vivir o representar se relaciona mucho con la forma en que enfrentamos y superamos estas situaciones. Muchas veces seguimos el modelo, dándole fuerza a "lo que debería ser" otras veces nos abrimos a la experiencia y exploramos nuestras propias posibilidades y escribimos de manera consciente nuestra propia historia.
Una persona conciente tiene cada vez mayor capacidad de escribir su propia historia y hace cada vez representaciones más cortas y conscientes. Conoce el modelo, aprende de su sabiduría pero es capaz de transcenderlo.
Aceptar el reto de vivir conscientemente implicara asumir el desafío de ir más allá de seguir modelos preestablecidos, implica sabernos capaces de crear nuevas formas de comportamiento más acorde con la realidad que queremos vivir. Nuevas manera de ver, de pensar, de sentir y de actuar son las que nos llevaran a un mundo distinto.
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