Reverencia...

Vivimos envueltos en las prisas, no tenemos tiempo para compartir con las personas que queremos, no tenemos tiempo para hacer las cosas que nos gustan, no tenemos tiempo para dedicarlo a las cosas mas importantes de nuestras vidas. 

Si el tiempo no alcanza para el amor, para el disfrute, para las cosas importantes de nuestra vida. Entonces en que estamos invirtiendo nuestro tiempo. Nuestro tiempo no es más que nuestra energía vital en un línea del tiempo. 

El afán por controlar nuestro tiempo y hacerlo productivo, nos hace olvidar el flujo natural de la vida. Si empezáramos el día con Reverencia tendríamos la apertura y la certeza de las actividades y pasos que entran dentro del flujo natural de ese día. Cuanta energía derrochamos tratado de forzar situaciones, de vender obstáculos que solo están ahí porque no es su momento. 

El afán por ser exitosos y poderosos nos mantiene en un estado de autoimportancia que no da espacio a reverenciar la grandeza de los demás, se nos olvida disfrutar de la presencia del otro, de su sabiduria, de su silencio, de su compañía. No hay tiempo para conversar, para reír, para dejarnos abrazar y sentir al otro sin tiempo y sin espacio. 

Un poco de Reverencia por favor....dediquemos tiempo a mirar a los ojos a las personas que amamos, a las personas con las cuales nos vinculamos, una mirada es un regalo de aceptación, reconocimiento y amor, es decir con la mirada " Yo te miro, te reconozco, te amo" 

Un poco de Reverencia por favor...dediquemos tiempo a hablar con las personas que amamos, unos minutos de conversación improvisada, sin agenda, sin propósito solo el deleite de las palabras que sale de los corazones. Hablar con alguien es decirle " Tu me interesas, me gusta lo que tienes para decir, mi corazón agradece tu presencia en mi vida" 

Un poco de Reverencia por favor...dediquemos tiempo a abrazar y reír con las personas que amamos,  es la mejor manera de decir, "yo estoy aquí para ti y agradezco que tu estés ahí para mi. 

Que la reverencia nos acompañe en este día y que todos nuestros sentidos estén a su servicio. Que al mirar encontremos lo sagrado, que todas nuestras palabras salgan del corazón y aporte luz y que todos nuestros toques estén llenos de la magia del amor y la gratitud.