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martes, 13 de diciembre de 2011

Abandonar las Prisas...

Abandonar las prisas es una invitación que recibimos con mucha frecuencia, pero que muchas veces rechazamos. Muchas veces pensamos que si abandonamos las prisas perderemos oportunidades, perderemos importancia, perderemos vigencia. 

Abandonar las prisas nada tiene que ver con perder. Cuando una persona toma conciencia de que la vida tiene su propio flujo y que si lo seguimos nunca tendremos prisas, simplemente algunas veces iremos mas despacio y otras veces más rápido, pero nunca tendremos prisa. 

Abandonar las prisas, es confiar en que todas las cosas ocurren en el momento perfecto, es reconocer que el orden divino se establecerá para el bien de todos. 

Abandonar las prisas es reconocer que el tiempo es eterno. Que nada se pierde, que todo se transforma y que siempre sin importar las circunstancias tenemos la posibilidad de encontrar luz y transformar cualquier situación. 

Abandonar las prisas, nos permitirá disfrutar mas del paisaje, de las personas. Cultivar la humildad, saber cuando pedir ayuda y cuando brindarla. Saber a que dedicarle energía y cuando dejar descansar un propósito para que florezca.

Abandonar las prisas y entrar en la quietud de quien confía, sabe y tiene la certeza de que todo ocurre en el momento perfecto.

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