La alegría de vivir no está en la vida que nos ha tocado vivir, sino en nuestra respuesta a la vida, en nuestra capacidad para vivirla, en la vivencia auténtica del presente, en la intimidad de ese instante eterno llamado aquí y ahora, en nosotros mismos. "La mayor alegría del mundo, me dijo una vez un ángel, es estar a solas con Dios"
Hoy quiero compartir esta hermosa cita del Libro de los Ángeles de Jack Lawson. Una invitación a dejar que la alegría de vivir se manifieste en cada una de las experiencias de nuestra vida.
Observarnos e identificar que nos aleja de nuestra alegría, es un ejercicio que conviene hacer alguna vez, ya que esto nos permitirá hacer los cambios necesarios para que la alegría vuelva a florecer.
Para despedir este 2011, ilumina con la luz de la alegría todas las experiencias que viviste. Rescata todos los aprendizajes y todas las bendiciones que recibiste. Deja ir con alegría todo lo que viviste con dolor, sufrimiento y tristeza. Reconoce que ya paso y abre tus brazos y tu corazón a una nueva etapa en la que la alegría de vivir estará presente en todo momento.
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