Me perdono desviar mi destino en post
de ideales confundidos en el camino.
Me perdono la pereza, el aburrimiento y el olvido
de los instantes que a duras penas he sobrevivido.
Me perdono las injusticias que a diario he cometido,
contra el cuerpo, contra el alma, contra mi propio destino.
Me perdono los desvelos, las horas de amargura,
los pecados medios cometidos.
Me perdono el miedo, la ansiedad, la tristeza
aún con la certeza del amor recibido.
Me perdono para aprender a perdonar,
para dar lo que de mi misma recibo.
1 comentario:
Sencillamente hermoso! Describe muy bien lo que necesito en este momento de mi vida...
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