Cuando la semilla esta enterrada en la tierra, el viento continua soplando, la lluvia continua mojándola, y la tierra sigue dándole sus nutrientes, sin importar que solo sea una esperanza de vida todos los elementos de la naturaleza continúan apoyando su proceso.
Cada elemento hace su trabajo sin cuestionar, sin esperar reconocimiento o protagonismo. Simplemente hace lo que tiene que hacer. Cuando este proceso natural es respetado todo sigue su ciclo de vida y muerte sin quejas, sin lamentaciones. Todo sigue el orden perfecto.
La sabiduría de la naturaleza todos los días nos regala ejemplos claros y sencillos para que todo pueda fluir mejor en nuestras vidas y nuestras relaciones. Con el tiempo nos vamos dando cuenta que cuando hacemos lo que nos corresponde y dejamos que todo lo demás fluya en orden, todo toma su lugar.
Cada uno de nosotros tiene un tiempo para ver, para entender, para aceptar, para dejar ir, para volver a empezar, todos son buenos tiempos, solo que siempre nos gustaría quedarnos con nuestro favorito.
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