Todos
los días se abre una puerta que nos puede conducir o acercar al lugar que
deseamos llegar, solo que a veces mientras la puerta se abre nosotros tenemos
los ojos cerrados o estamos mirando en otra dirección.
Estar
alertas y atentos parece una tarea tan sencilla que la descuidamos e invertimos
la energía en actividades que parecen "importantes" y de esta manera nos
mantenemos ocupados sin necesidad de pasar por la incertidumbre y disciplina
que implica la atención consciente.
Todos
los días las puertas se abre y nos regala un nuevo panorama, una nueva
perspectiva para ver crear la realidad que deseamos vivir. Ojala que la calma,
la paciencia y la persistencia nos acompañen para que día tras días
reconozcamos las puertas que se abre frente a nosotros y podamos recibir su
gracias y bendiciones.
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