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miércoles, 27 de junio de 2012

Mirar "La realidad"...

Con más frecuencia de lo que nos gustaría surgen diferencias entre nosotros y las personas con las cuales interactuamos. En esos momentos cada una de las partes quisiera que la otra persona pudiera tomar conciencia y fuera capaz de mirar "la realidad" tal como es. 

Casi siempre nos animamos a invitar a la otra persona a que mire "la realidad" y esto muchas veces incrementa la diferencia ya que cuando el otro no logra ver "la realidad" tal como nosotros la vemos la situación se torna aún más difícil. Muy pocas veces o casi nunca se nos ocurre preguntar "Desde que lugar estas mirando esta situación" 

Cuando nos animamos a indagar este punto nos damos cuenta que "la realidad" puede ser distinta dependiendo del lugar en el que estemos ubicados para mirar. Por eso aunque el hecho es el mismo, el lugar desde el cual se mira muestra otros colores, matices y sabores que puedan pasar desapercibidos por unos y altamente valorados por otros. 

Mirar "la realidad" puede ser una invitación ambigua, que se presta a múltiples interpretaciones. De igual manera se puede convertir en un ejercicio de enriquecimiento y empatia, si tenemos claro cual es el lugar que esta ocupando cada uno en esa mirada. 

Reconocer y aceptar que la realidad varia con el observador, nos libera de la necesidad de que todos miremos y valoremos lo mismos, nos permite abrirnos a formas diferentes de ver y compartir la nuestra con desapego y tranquilidad. 

Aceptemos con entusiasmo la invitación a "mirar la realidad" con libertad, apertura y disposición a ver, sentir y asumir desde nuestro lugar y otorgar esa misma oportunidad a los demás.

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