Cuando
nos sentimos a gusto con nuestros resultados y sentimos que hemos logrado
nuestras metas en la vida, podemos caer en la tentación de pensar que tenemos
la formula de la felicidad. Esa situación nos lleva a creer que como nosotros
hacemos las cosas es la forma "correcta" de actuar y empezamos a
descartar otras posibilidades de actuación.
Esta
situación muy común en las familias, en la comunidades y en la sociedad en
generar, reconoce el estilo de vida de unos y desconoce otros estilos que son
descartados porque simplemente no se parecen a los reconocidos.
Cuando
esa dulce tentación este cerca de nosotros, es propicio detenernos y
reflexionar al respecto. Es probable que estas acciones y estilo de vida estén
funcionando para nosotros desde nuestra perspectiva. Sin embargo, es importante
respetar las elecciones de los demás y reconocer que todos los estilos de vida
son manifestaciones de la vida.
No
existe una formula única para vivir, es probable que yo prefiera un estilo
sobre otros, pero todo es vida y toda vida fluye mejor si es respetada. No
todos necesitan la misma cantidad de dinero, de comodidades, de afectos para
ser feliz, cada uno tiene su propia cuota y su propia conciencia, entonces
reconozcamos lo que se parece y lo que no se parece a nosotros y vivamos
con más alternativas, más fluidez y alegría.
Todo es vida... que cada uno viva y siga adelante desde su propia conciencia acompañado por la luz.
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