Por
placer o por dolor muchas veces nos envolvemos en nuestras circunstancias de
una forma intensa y en algunas ocasiones un tanto obsesiva. Pensamos que el menú
que tenemos en frente incluye todas las opciones de la vida y el universo y nos
debatimos entre la felicidad y el sufrimiento, el bien y el mal.
Cuando
estamos tan involucrados empezamos a perder visión, perspectiva y sensibilidad.
entonces se pueden confundir la esencia de lo que somos y de lo que queremos.
Mas que elegir opciones nos sentimos obligados a reaccionar ante una
expectativa que probablemente este fuera de nosotros y nos deje con mayor pesar
que alegría.
Cuando
el panorama ante nuestro ojos no este claro, es momento de entender que por
encima de las circunstancias esta la luz. Si logras alejarte y desapegarte de
todo cuanto ocurre en este momento podrás ver la luz en todo lo que ocurre y en
ti mismo. La perspectiva se ampliara, empezarás a sentir desde ti mismo y la
opciones aparecerán ante tus ojos.
La luz
ilumina todo cuanto nos ocurre, pero algunas veces nos abalanzamos sobre las
circunstancias de una manera tan intensa que no dejamos espacio para nada más.
Si en este momento no puedes ver la luz en las circunstancias que te rodean, relájate,
aléjate un poco, mira por encima de lo que ocurre y deja que la luz surja. Es
un ejercicio de conciencia no de competencia. Solo espera!
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