Páginas

domingo, 10 de junio de 2012

Bueno? Malo? el Juez y la conciencia...


Seré buena? 
Seré mala? 
Qué dicen los jueces de mi vida? 
Qué dice mi conciencia? 

Este dilema común y recurrente de la humanidad nos visita de vez en cuando. Alguna veces invitado por nuestra conciencia, otras veces invitado por los jueces que nos rodean. 

Que los demás me reconozcan como "buena" es alimento para mi ego aunque quede muchas veces desnutrida mi alma. 

Que los demás me califiquen como "mala" es terrible para mi ego aunque posiblemente sea la liberación de mi alma. 

Cuanta evidencia a favor o en contra tienen quienes por su propia decisión se han constituido en los "jueces de mi vida" cuanto saben de mis intenciones, de mi alma y del resultado final de mis acciones. Muchas veces saben lo que yo les he dicho, otras veces saben lo que han visto, otras veces su evidencia es lo que ellos interpretan de quién soy. En todos los casos cualquier dato que tenga solo les permite dar un veredicto cuando lo ven a la luz de sus ojos y de sus experiencias. Entonces aunque sus intenciones pudieran ser la mejor, sus veredictos pudieran ser cuestionados. 

Ese deseo que todos tenemos en algún momento de saber si somos vistos como buenos o malos. Es deseo de llenar la expectativa de las personas que nos rodean, de parecernos a la imagen que creemos que los demás tienen de nosotros. Es justamente el principal causante de que nos alejemos de nuestra propia conciencia. 

Nuestra conciencia tiene los mecanismos de alerta para que podamos identificar cuando continuar y cuando detenernos. Cuando es tiempo de cambiar el curso y cuando es tiempo de seguir avanzando a pesar de los obstáculos. La vida de cada uno de nosotros es tan única que compararla con otros es completamente injusto. 

Las experiencias de otros crean aprendizaje colectivo que será aplicado por cada ser humano de una forma particular y especial. 

Si abandonamos la preocupación por como somos calificados y nos ocupamos de estar concientes y conectados con nuestra conciencia estaremos preparados para pensar, sentir y actuar de manera coherente y armoniosa. Nuestras intenciones y acciones fluirán por el camino de la vida, dejando los aportes que nos corresponde hacer y recibiendo las bendiciones y aprendizajes que nos corresponde. 

Bueno? Malo? Quién sabe....menos apariencia...más conciencia.

No hay comentarios.: