No
siempre tenemos la oportunidad de conocer el impacto de nuestras palabras en
las vidas de otros. A veces nuestras palabras pueden ser el faro que
necesitabas para ver con claridad, otras veces se convierten en el puente que
necesitabas para conectar el lugar donde estas con el lugar a donde quieres
ir.
En
esta semana he recibido gratas sorpresas en este sentido. Una vez más la vida
me recuerda que cuando confiamos y actuamos desde nuestro centro todo fluye y
aporta para nuestro propio crecimiento y para el de los demás.
Cada
día me descubro más consciente de mis resistencias y de mis aprendizajes en
proceso, este conocimiento no me impide cometer errores, sofocarme y
despeinarme una que otra vez. Sin embargo, esta información oportuna me hace
una estudiante más feliz y dispuesta.
Cuando la información regresa a ti es como si pudieras escuchar el eco de tu propia voz a través de otro recordandote que valiio la pena compartir el mensaje, el apredizaje o la vivencia que esta vez vino en forma de palabras.
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