Páginas

domingo, 29 de mayo de 2011

Un regalo para mi Mamá...

Un grupo de niños pequeños que todas las tardes se reunía a jugar, una tarde cualquiera empezaron a pensar en lo mucho que querían a su Mamá y en como encontrar un regalo que fuera muy especial.
Cada niño del grupo tenia una historia diferente con respecto a su mamá, algunos Vivian con ella, otros Vivian lejos de ella, otros no estaban con ellas porque había muerto y así cada niño tenia su situación particular.
Si importar distancias, presencias, ausencias o cualquier otro ingrediente que incluyera su historia, todos querían encontrar el mejor regalo para su mamá. Todos los días además de jugar, dedicaba un poco de su tiempo a pensar y conversar sobre las ideas de regalos.
A medida que se acercaba el día de las madres los niños se sentían un tanto preocupados, ninguna de las ideas que habían discutido cumplía con las tres condiciones que habían definido para el regalo.
El regalo que ellos querían dar debía ser el más especial de todo el mundo, debía poder llegar a cualquier lugar, incluyendo el cielo y debía ser entregado por ellos mismos.
Con las condiciones claras continuaba la listas de propuestas y una a una era descartada, la lista incluida flores, dulces, perfumes, libros, etc.…. A pesar de que aún no se les ocurría nada que fuera ideal. Ellos sabían que muy pronto encontrarían el regalo ideal.
El día antes de las Madres, los niños decidieron que se reunirían por más tiempo, consiguieron los permisos y decidieron hacer una jornada de toda la noche. Sin descanso siguieron pensando una y otra vez en el regalo que cumplía con esas tres condiciones, fue tanto el esfuerzo que sin darse cuenta se quedaron dormidos.
Mientras dormían todos los niños tuvieron un sueño muy parecidos, todos se encontraban con sus madres y mirándolas a los ojos le decían “ No importa lo que hagas, lo que digas, o donde estés desde que nos conocimos tu siempre haz tenido un lugar especial en mi corazón y siempre estará ahí para ti” Yo te regalo un espacio en mi corazón por la eternidad. Ahí siempre nos podremos encontrar.
La Madre de cada niño lo abrazo y acepto ese lugar tan especial como el mejor regalo que alguna vez alguien le pudiera entregar.
Cuando los niños despertaron están emocionados y empezaron a contarse el sueño entre ellos y cada uno se emocionaba al contar lo bella que se veía su mamá, lo feliz que se puso con su regalo.
Ese día los niños aprendieron que el amor incondicional es el más especial de los regalos, viaja en el tiempo y el espacio y solo puede ser entregado por nosotros mismos.
Muchas felicidades y bendiciones para todas las madres, sin importar como son, que hacen o que piensan los demás.

No hay comentarios.: