No siempre ir contra la corriente es un acto de valentía, muchas fluir con la corriente puede ser un reto mayor dependiendo de los aprendizajes que la vida tenga reservado para nosotros.
Fluir es una palabra pequeña y de muy pocas letras como diría el querido Lucas, sin embargo, hacerla realidad muchas veces necesita de palabras mucho más grandes y con muchas letras.
La realidad es que cuando me regalo la oportunidad de fluir con la corriente, sin cuestionar, sin deseos de alterar el curso de las cosas, la vida se vuelve ligera y relajada.
Las respuestas a las preguntas que ya conozco llegan sin esfuerzo, las nuevas preguntas que necesito surgen sin ser buscadas. Aprender a fluir con la corriente me prepara para cuando sea preciso hacer las cosas de manera distinta.
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