A cada instante la vida nos presenta hechos, algunos son calificados como agradables y otros como desagradables. El hecho de calificarnos es nuestra elección, en el fondo sabemos que solo son hechos que ocurren como parte del flujo de la vida.
Cuando nuestra intención ante la vida carece de claridad creamos situaciones donde prevalece la confusión, cuando la intención es clara y transparente entonces las experiencias toman ese mismo matiz.
"Nuestras intenciones crean nuestras experiencias" esta sencilla frase llamo poderosamente mi atención en el día de ayer. La escuche y fue como si llegara a mi para responder una pregunta que no había formulado con mi mente, pero que mi alma necesitaba responder.
Tanto pensar cuando corresponde sentir y tanto sentir cuando corresponde pensar nos lleva a distorsionar las intenciones. Cuando la intención es clara los pensamientos y los sentimientos encuentra balance y la vida fluye con mayor naturalidad y conexión con la divinidad.
Más allá de nuestros discursos o manifestaciones es preciso dedicar el tiempo necesario para percibir nuestras intenciones, conociendo que su fuerza es poderosa y puede ir más allá de lo que alcanzamos a comprender en el momento.
Que tus intenciones sean creadoras de experiencias gratificantes y esperanzadoras para ti y quienes te rodean.
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