La
autoimportancia es muchas veces confundida con Autoestima. Muchas personas
piensan que tener una autoestima sana implica estar en un estado de
autoimportancia permanente. Es como si el creerse tan importantes les evitara
vivir las experiencias que nos corresponde y que muchas veces nos retan y nos
cuestionan.
Tener
una autoestima sana es comprender que podemos ser cuestionados, que nuestros
opiniones pueden ser distintas a las de otros, que en algunos momentos no
seremos populares, ni admirados, ni considerados importantes y aún en esos
momentos nosotros nos continuamos amando, aceptando y respetando el derecho y
preferencia de otros.
Cuando
no te dejas envolver por los juegos del ego puedes fluir en todo momento,
sabiendo que tu importancia no depende de la opinión de otros, ni tampoco de
que te creas superior a los demás. Saberte importante es un privilegio que es
otorgado igual a todos los seres que habitamos este planeta. Somos nosotros
mismos quienes nos creemos muchas veces que es un privilegio solo de algunos y
que nosotros tenemos derecho a destituir a otros de este privilegio.
Si
fluimos en armonía con los retos que nos presenta la vida, nuestro transcurrir
será de mayor provecho especialmente para nosotros mismos. Entenderemos que
para ser importantes no es preciso que otros dejen de serlos. Todos
absolutamente todos somos importantes, inteligentes y hermosos.
Si
sientes que otro tiene que estar mal para que te sientas bien, estas jugando
los juegos del ego y es muy probable que tengas mucho que perder.
Cuando
en verdad me valoro, respeto, acepto y amo estoy en plena capacidad de hacer lo
mismo con los demás.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario