Paso a paso podemos llegar desde donde estamos hacia donde queremos. Es tan sencillo que a veces nos puede parecer mentira. Entonces podemos empezar a buscar dificultades y detener nuestro paso.
Si solo por hoy mantienes el paso, es inevitable que continúes avanzando. Los pequeños pasos tienen la magia de parecer imperceptibles a los ojos a tiempo que son profundos para el alma.
Cada vez que uno de tus pies se mueve en la dirección que elegiste, todo tu ser participa en el movimiento. En ese momento bailas tu propia danza. La danza que te lleva a tu destino. Ojala ese destino haya sido elegido desde la plena conciencia.
Solo por hoy mantén el paso, con la sencillez de quien camina consciente, con la firmeza y la suavidad de un bailarín experto, deja fluir todos tus sentidos para que pueda escuchar tu propia música, oler tu propio aroma, saborear tu sabor favorito. Un paso firme y suave con el tocas la vida y la vida te toca a ti.
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