A veces no tienes que hacer Nada.
Es bueno en algunas oportunidades no decir Nada, no hacer nada, no sentir nada.
La nada lo contiene todo y al mismo tiempo no contiene nada.
Por tan solo un instante descansa placidamente y solo respira.
En ese punto donde se une tu pensamiento y sentimiento invita a la nada y experimenta por un momento la sensación de vacio. Nada que pensar, nada que sentir.
Todo esta bien y siempre lo estará aún cuando no lo podemos entender.
viernes, 25 de marzo de 2011
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario